Recoger y organizar ideas, evaluar las evidencias, ver conexiones lógicas, pensar y hablar de forma resumida, hablar de forma convincente y adaptarse, son los consejos más relevantes en un debate escolar.
La deliberación sirve para “reforzar la participación de estudiantes, conscientes de su condición de ciudadanos libres e iguales, en torno a asuntos públicos. Implica integrar a los individuos alrededor de la preocupación por el bien común”, señala un material de apoyo para el Torneo Delibera hecho por la Biblioteca del Congreso Nacional (BCN). Incluso algunos afirman que la deliberación democrática se constituye en el elemento central de un diálogo intercultural propiamente dicho.
Para lograr una verdadera deliberación “es fundamental formar estudiantes críticos, conscientes de la diversidad pero, a la vez, también de las condiciones de inequidad y desigualdad que marcan las relaciones socioculturales en nuestro país; conscientes de las relaciones de poder y cómo éstas están presentes en todas las relaciones e influyen en el bien común. Sólo a partir de la comprensión de estas complejas relaciones se logrará apuntar a un verdadero diálogo”, destaca el documento. Implica desarrollar actitudes que lleven a ejercer la ciudadanía sobre la base de pactos inclusivos para construir consensos que apunten a la defensa de la diversidad.
¿Qué significa ser competente en la deliberación?
Las competencias son las capacidades con diferentes conocimientos, habilidades, pensamientos, carácter y valores de manera integral en las diferentes interacciones que tienen los seres humanos para la vida en el ámbito personal, social y laboral. Además son las destrezas que desarrolla una persona para comprender, transformar y practicar en el mundo en el que se desenvuelve.
Según el texto de la BCN, “ser competente en la deliberación supone el dominio de conocimientos, habilidades cognitivas, capacidades sociales, herramientas cognitivas y cualidades personales específicas que permitan a los estudiantes razonar y argumentar para llegar a puntos de encuentro y acuerdos sobre diversos asuntos públicos. Esta competencia o saber actuar, como todas las demás, se expresa y demuestra de manera integral, y, por lo tanto, debe desarrollarse de manera sostenida a lo largo del tiempo”. Esto quiere decir que no se puede pretender que nuestros estudiantes de secundaria deliberen sobre asuntos públicos si no se propone desarrollar esta capacidad desde que inician la escuela.
Por su parte, la Fundación Educativa Activa-T de España, que busca promover la educación y la formación integral acercando los conceptos aprendidos en el aula a la realidad que viven los estudiantes mediante la educación deliberativa y el aprendizaje en base a proyectos, manifiesta que la práctica del debate en el contexto académico también contribuye a desarrollar las habilidades sociales de los y las estudiantes, rescatando las siguientes competencias:
Consejos para un debate escolar
En complemento, la Fundación Educativa Activa-T recalca que el debate como herramienta educativa “contribuye a preparar a los participantes para dirimir conflictos de manera más eficaz, mejorando su capacidad crítica, es decir, sus habilidades para construir y analizar argumentos y para compartir sus ideas con los demás”.
De esta forma, agrega, “el ejercicio del debate nos invita a ponernos en el lugar del otro, lo que posibilita su entendimiento y el reconocimiento de sus razones. Es esa empatía la que favorece la tolerancia, el reconocimiento y la comprensión del otro”.
Según la misma fundación, las principales habilidades que debieran seguir los estudiantes en un debate son:
Revisa versiones
Información básica sobre todo el trabajo que hacen los parlamentarios en el Congreso Nacional para elaborar las leyes que rigen en Chile.
Texto actualizado y completo de la Constitución Política de Chile de 1980.