Considerando
que:
1.- Es fundamental entender la
escuela como el medio de socialización política básica de los jóvenes durante
el proceso de enseñanza media; por lo tanto, no basta solo con implementar un
currículo democrático en las aulas, es necesario, además, que los espacios de
participación sean coherentes con el desarrollo de las habilidades democráticas
mínimas para funcionar en un sistema democrático, ya que las competencias
adquiridas durante esta etapa se transformarán en expresiones más o menos
definidas con el tiempo. Cuando una institución prepara a sus alumnos para
desarrollar competencias democráticas desde la praxis, los está preparando
también para consolidar el sistema democrático, no solo desde el punto de vista
del voto, sino también desde la integración, la tolerancia y la participación.
Al contrario, cuando la educación se centra en conductas autoritarias y
verticales, el resultado es mayor apatía hacia la democracia y los valores que
la conforman.
2.- En el estudio “La Voz del Movimiento
Estudiantil 2011. Educación Pública, Gratuita y de Calidad”. Algunas Lecciones
para el Sistema Educativo Chileno”, publicado en abril del 2014, la UNICEF
recomienda a nuestro país imaginar una escuela donde la participación de los
estudiantes tenga incidencia. El Organismo señala “En términos de indicadores de participación escolar, puede afirmarse
que Chile presenta un nivel de avance inicial, aunque consistente, en el área
de formación ciudadana… En una segunda área, de incidencia de los estudiantes
en aspectos que superan el ámbito de acción del establecimiento, Chile cuenta
con un par de experiencias extremadamente amplias y masivas… Sin embargo, es en
una tercera área, de incidencia de los estudiantes en los aspectos visibles de
la cotidianidad de la escuela, donde radican los principales desafíos” (1)
3.- La Presidenta de la República recientemente
ha derogado el decreto que prohibía el voto de los estudiantes y funcionarios
en las Universidades (2), abriendo con esta medida reales espacios de
participación e incidencia de los estudiantes dentro de sus establecimientos;
por lo tanto, ¿Por qué no abrir esos mismos espacios para los estudiantes
secundarios?
4.- Las dos organizaciones de
estudiantes secundarios que aglutinan a la mayoría de los establecimientos de enseñanza media del país –CONES y ACES-
proponen la democratización de la participación estudiantil (3), entendiendo
ésta como un aumento de las instancias resolutivas y vinculantes donde
participen todos los miembros de la comunidad educativa.
Antecedentes
legislativos. Hace
más de 40 años se promulgó el decreto de democratización de la enseñanza (febrero,1973)
que permitía la participación de los presidentes de los CCAA de establecimientos
de enseñanza media en las reuniones de los Consejos de Profesores y Centros de
Padres y Apoderados (4). Si la sociedad hace cuatro décadas estaba preparada
para abrir estos canales de participación ¿por qué la nuestra no lo estaría?
-Iniciativa:
Moción. Agréguese al artículo nº 15 de la Ley nº 20370 (LGE, 2009), la siguiente
indicación mandante (nuevo inciso, segundo):
Los representantes de los estudiantes secundarios,
elegidos democráticamente de acuerdo a la ley, participarán en las reuniones de
los Consejos de Profesores y los Centros de Padres y Apoderados con derecho a
voz, representando los problemas, necesidades y
aspiraciones de sus miembros. Se extenderá el derecho a voto en aquellas
materias que los Consejos de Profesores y los Centros de Padres estimen
pertinente.
(3) Petitorio
CONES, Petitorio
ACES
(4)
Decreto de Democratización
“Los jóvenes y
la política”. Gangas Rodrigo (Instituto de Asuntos Públicos, 2006