Como chilenos hemos identificado una serie de factores que problemas que aquejan a la sociedad actual, principalmente relacionados con el pilar fundamental de nuestra sociedad: la familia. Con la extensión del postnatal femenino de 3 a 6 meses el Estado busca asegurar el bienestar del bebé y de la madre, sin embargo, este beneficio no contempla que para que la madre logre ofrecer un apoyo integral a su hijo/a, necesita estar adecuadamente sostenida por su pareja. Lamentablemente, la extensión del horario de trabajo y la escasa permanencia del padre en el hogar afectan el nivel de soporte emocional hacia la madre y el hijo/a, inhibiendo así el rol del padre en la “primera infancia”. En este contexto proponemos la modificación a la ley 20.545, ampliando así el período de postnatal para los padres.
Según el estudio realizado por IMAGES en relación a la paternidad, el cuidado de hijas/os y la distribución doméstica, se logró concluir que a un 75,9% de los hombres que viven y trabajan remuneradamente les gustaría trabajar menos, si eso significara pasar más tiempo con sus hijos, es más, un 61,7% admitió dedicar muy poco tiempo a sus hijos por motivos de trabajo.
El vínculo del padre con sus hijos/as comienza a formarse desde antes del nacimiento, un padre presente, comprometido y afectivo beneficia el desarrollo integral del niño, este logra generar un lazo único otorgando una fuente de bienestar y felicidad. Según estudios de la UNICEF quienes han contado con una paternidad activa son personas con buena autoestima, buen desempeño escolar, con un mayor bienestar psicológico, entre otros. Además, impacta positivamente en las mujeres ya que su salud mental se ve afectada cuando el hombre no está presente y ven positivamente cuando hay una pareja que comparte las tareas. En cuanto a los beneficios biológicos para el hombre, los que se involucran en este proceso son personas más activas dentro de la comunidad, consumen menos alcohol y drogas y cuidan más su salud física y mental, es más, un estudio reciente de la OCDE en 4 países muestra que aquellos padres que han tomado varios días de post-natal participan más en tareas de cuidado y sus hijos muestran un mejor desarrollo.
En la Encuesta IMAGES, realizada en las tres ciudades más grandes de Chile, un 63,7% de los hombres y un 80% de las mujeres señalaron que el cuidado diario de los hijos/as lo realiza siempre o usualmente la madre .Hay que recordar que ser padre es más que proveer, y que es una visión muy antigua pensar lo contrario, si bien su aporte económico es importante, ser papá es mucho más que eso, esto implica también entregar afecto, cuidados y criar activamente a sus hijos. La legislación, de a poco, ha dado reconocimiento a la importancia del padre en la crianza a través del permiso parental por el nacimiento de un hijo o la posibilidad de que el padre sea quién ejerza el permiso por enfermedad grave de un hijo, pero aún así consideramos que la modificación a nuestra actual legislación es la oportunidad de dar una señal muy clara al país sobre la importancia de una mayor participación del hombre en la crianza y abrir espacios para ella, además de fomentar la equidad de género.

Al estar el país en vías del desarrollado se ha hecho necesario avanzar en la igualdad de género y con el ingreso masivo de la mujer al mundo laboral se debiera esperar un mayor apoyo en las labores domesticas, especialmente las relacionadas con el cuidado de los hijos/as, y con esto alcanzar un mayor desarrollo, para esto, hombres y mujeres deben participar activamente del mundo laboral, y compartir equitativamente las tareas del hogar y la crianza de los hijos.
El post-natal en países de la OCDE tiende a ser mucho más corto que el de la mujer, pero cabe destacar que países con gran desarrollo social y económico como Islandia, Suecia y Finlandia han incluido la llamada "cuota del padre" que consiste en el uso exclusivo de un permiso por parte del padre que puede durar hasta tres meses. Bulgaria es el país de la OCDE que da más facilidades otorgando 63 semanas de post natal con un 90% de cobertura del sueldo preparto. (Fuente: El Mercurio)
En la convención de los derechos del niño declarados por la misma institución, hemos encontrado varios artículos que respaldan nuestra petición, principalmente el artículo 18, que al igual que el "derecho a la identidad y familia", trata sobre la responsabilidad de padres y madres sobre la crianza de los niños y el rol del Estado en la asistencia necesaria para desempeñar estas funciones. Por estas razones y amparados de nuestra Constitución que señala que "El Estado protege y reconoce a la familia como el núcleo fundamental de la sociedad", son estas mismas familias a las que debemos entregarles las máximas herramientas para el pleno desarrollo tanto físico como emocional de los niños, permitiéndoles así a todos sus integrantes alcanzar el cumplimiento de sus metas y aspiraciones.

Cada año Chile se vuelve más longevo y pretendemos eliminar esta realidad cambiando la natalidad que tenemos hoy de 1,8 promedio por mujer, teniendo en cuenta que la cifra necesaria para un recambio de la sociedad es de 2,2.
En nuestra sociedad el padre cumple un rol primordial en la familia promedio, pero es una visión muy antigua el pensar que es solo el sustento económico. La madre, en cambio, sigue siendo la jefa del hogar y es quien cuida a los recién nacidos. Todos reconocemos esta labor, sin embargo, el trabajo no debe ser una excusa para no cuidar del bebé ni acompañar a la madre tiempo después de que un niño o niña llega al mundo. Es por esto que nosotros proponemos una modificación a la ley 20.545, la cual creemos que no se acomoda o no responde al nuevo modelo de padre al que aspira y merece Chile.
Proponemos 3 alternativas de modificación, las cuales apuntan hacia un lugar diferente pero todas poseen el mismo fin. Hemos abordado estas 3 alternativas desde diferentes puntos de vista, tales como, económico, familiar, compañía, próspero desarrollo del bebe e igualdad entre géneros.
Este proyecto es una moción ya que creemos que sería de simple y rápido análisis en las comisiones de las cámaras de diputados y senadores.
Las 3 alternativas son:
• 30 días de postnatal: Presentamos esta alternativa, un bebé se cuida las 24 horas, cosa que genera un desgaste físico y emocional importantísimo para la mujer. Aquí el padre toma un rol importantísimo al compartir esta carga con su pareja. En caso de que tuvieran más hijos, él ayudaría a su pareja haciéndose cargo de los demás, ya que estos (los otros hijos, cuando los hay) merecen igual atención. El padre además de cumplir el rol de proveedor económico, pasaría a ser un agente de compañía para todo el sistema familiar.

• 15 días y 30 medias jornadas de postnatal: Como ya hemos dicho, el apoyo a la mujer pre y post parto, es fundamental. Además de ayudar a la mujer, se ayuda a sí mismo, ya que estando presente durante el proceso logra establecer lazos mucho más fuertes con su pareja e hijo, también, lo hace reflexionar automáticamente sobre la importancia que su papel tendrá dentro de todo el proceso de crianza. En esta opción de solución, se ofrecen 15 días donde se acompaña la abnegada labor de la mujer con el apoyo del padre, días en los cuales, el bebé demanda mucha más atención debido al proceso de adaptación que está viviendo. Terminando estas 15 jornadas se extiende la media jornada por un mes, acompañando mucho más a la mujer, beneficiando así a todo su círculo familiar. Además, dentro de un plano económico, sería mucho menor el impacto, ya que el hombre estaría solo 15 días y luego retomaría su trabajo. Lo que alivianaría a su empleador, ya que él mismo podría enseñarle todo lo necesario a su reemplazante temporal, generando así una dupla de trabajo.

• 60 medias jornadas: Esta alternativa, la presentamos para extender principalmente la presencia del padre en el hogar. Si bien este va a trabajar la mitad, gana muchísimo tiempo para poder realizar otro tipo de labores que demanda el hogar. Aquí el impacto económico se reduce mucho más y la necesidad de un reemplazo quedaría a criterio del empleador ya que los trabajadores al sentirse respaldados en el ámbito laboral y protegido en el familiar elevan su productividad.

Al modificar esta ley, es imperante regular su relación con el artículo 195 inciso 2do del código del trabajo que cita " El padre tendrá derecho a un permiso pagado de 5 días en caso de nacimiento de un hijo, el que podrá utilizar a su elección desde el momento del parto, y en este caso será de forma continua, excluyendo el descanso semanal, o distribuirlo dentro del primer mes desde la fecha de nacimiento. Este derecho es irrenunciable", el cual debe ser modificado.
En conclusión, esta modificación será un avance desde cualquier punto de vista. Desde el punto de vista económico no es mucho el impacto para el empleador, ya que se ofrecen alternativas que solventan la ausencia del trabajador. Desde el punto de vista biológico es beneficioso para ambas partes, ya que mientras el padre logra sentirse como tal y afianzar lazos, el bebé logra un desarrollo mucho más integral de su personalidad. La relación de pareja mejoraría, ya que la madre vería un padre comprometido con su labor y que la acompaña dentro de este proceso ayudándola con el cuidado del hijo y dándole sustento emocional. Además de todos los beneficios que ya hemos nombrado, este proyecto suma un granito más en la batalla contra problemas culturales como la equidad de género, ya que haría que ambos cumplieran un rol de proveedor y de cuidador.
La participación del padre es trascendental en la crianza y educación de nuestros hijos, y es fundamental su presencia durante el embarazo, la niñez y la adolescencia de este. Nuestro proyecto busca avanzar hacia un Chile en donde la crianza y la educación sea un proyecto compartido "Criar y cuidar es también tarea de