"¿Cómo es posible
cuidar y proteger nuestro patrimonio cultural si no lo conocemos?"
La educación es un tema que ha estado presente en la agenda pública en
el último
periodo, a propósito de nuestro rol como estudiantes, en que nos mostramos como
personas más demandantes y criticas del sistema que nos rodea; en que vemos explícitamente una serie de desigualdades en torno a la
forma y el fondo del hacer y ser de la educación, en el contexto de la calidad
educativa y el objetivo que persigue la educación; y para lograr este objetivo
la Unesco plantea lo siguiente: que la educación debe guiarse por los
principios de no discriminación, igualdad de oportunidades e inclusión,
valorando las diferencias, fundamento de sociedades más justas y democráticas.
En este entendido, la educación
exige que ésta sea de calidad y que asegure el desarrollo y aprendizaje de
todos; lo cual implica, el fortalecimiento desde una perspectiva transversal,
en que sea posible conocer nuestra identidad, nuestro patrimonio; y desde esta
memoria-formación histórica, fomentar los aprendizajes reales, a partir de la
cotidianeidad de nuestras culturas locales y regionales, que diferencian y explican la
identidad de cada uno y la diversidad y valoración del gran patrimonio de
nuestro país-región-localidad; las instancias educativas, que a pesar de tener
cierta flexibilidad en los planes y
programas, en función de los contenidos mínimos obligatorios, como para poder
abordar las necesarias temáticas patrimoniales, a la fecha no ha sido
posible y nos remitimos a
lo tradicional en términos de aula.
Comprendiendo la realidad
que podemos presenciar diariamente
en tanto a que los contenidos entregados en las aulas sobre este tema, son
directamente estructurales, debido a que los planes anuales son planificados de
forma mucho más formales, estructurados y dentro de los establecimientos,
dejando de lado el aprendizaje real, que involucra el conocer nuestra identidad
local, regional y nacional, que no se lleva a cabo debido a la formalidad para
poder dedicar espacios alternativos a la educación formativa del conocimiento de
nuestro entorno.
El equipo delibera del Liceo María Auxiliadora al analizar lo mencionado anteriormente, propone que la solución se debe realizar a través de
la modificación de los Planes y Programas-contenidos anuales, incorporando un
subsector en el área de Historia y C. Sociales, denominado “Comprensión del Patrimonio
Natural, Social y Cultural”.
Nuestra propuesta soluciona un problema que afecta a todo el país, es
más, hace algunos días se efectuó el II Seminario Internacional de Patrimonio y
Educación que concluyó exitosamente en Valparaíso, Chile. Convocado por el
Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile, el Centro de Educación
Superior técnico profesional DuocUC Valparaíso y el Centro Regional para la
Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de América Latina (CRESPIAL)
con el tema central "El desafío para la educación", el evento
tuvo una excelente recepción, que se manifestó en la activa participación de
más de 230 estudiosos del tema, entre ellos profesores, estudiantes de
pedagogía y gestores culturales vinculados al ámbito educativo. El encuentro
contó con la representación de la UNESCO a través del Coordinador del Programa
de Cultura de su Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe,
Fernando Brugman. Muchos participantes intercambiaron experiencias e hicieron
hincapié en la necesidad de educar en la preservación
y salvaguardia del patrimonio cultural, por su importancia como símbolo de
identidades colectivas y herramienta de desarrollo local junto a las industrias
culturales. Brugman ante una
entrevista se refirió a
la necesidad de desarrollar y aplicar buenas políticas de gestión del
patrimonio cultural, material e inmaterial, para que las intervenciones e
inversiones en su mantenimiento y salvaguardia repercutieran directamente en
beneficio de la población local. Preguntado por la condición de Valparaíso como
ciudad inscrita en la lista del Patrimonio Mundial, el especialista afirmó que
la conservación del patrimonio es un proceso continuo, y que el reconocimiento
por ser inscrito en dicha lista no es un fin en sí, sino el comienzo de una
gestión mejorada que sirva de ejemplo para la protección de otros lugares
patrimoniales.
Equipo delibera Liceo María Auxiliadora 2012