El espacio escolar centrado en la formación técnico-profesional se presenta como una réplica a menor escala de lo acontecido en la sociedad y en el mundo del trabajo cotidiano. Es decir, los estudiantes que hoy han optado por la formación técnico-profesional, y se encuentran en sus procesos de práctica, también sufren situaciones de hostigamiento laboral al igual que los trabajadores.
La normativa legal vigente busca entregar una solución a los conflictos que puedan acontecer entre los estudiantes y sus centros de práctica, pero aquella no es suficiente para promover las herramientas sindicales que cualquier trabajador en formación debiese poseer con tal de tener una defensa frente a los embates del capital.
Lo anterior, se resume en la presentación de una nueva iniciativa de ley que regule la formación de sindicatos escolares con el fin de dotar a los estudiantes de una herramienta legal y comunitaria que les permita desarrollar una defensa colectiva frente a los posibles abusos.