El principal objetivo es hacer de Chile una república descentralizada es decir que el gobierno regional tenga mayor relevancia respecto al gobierno nacional. El presidente escoge a alguien de su confianza para que este ejerza sus atribuciones a nivel regional. Para esto debería definir sus funciones y también generar cierta independencia respecto a los colores políticos dado que al ser posible un contraste podría generar conflictos a nivel económico ideológico y gubernamental.