Según lo estipulado en la ley de adopción 19620, “tendrán por objeto la asistencia (…) demuestren competencia técnica y profesional (…) dirigidas por personas idóneas”, pero la mayor parte de las casas acreditadas por el SENAME (incluyéndose), no cuentan con una regulación en tiempo definido de tardanza, por ende varios residentes o chilenos, encuentran el proceso de adopción lento, logrando así que varios padres no quieran adoptar. En otro artículo se dice, el juez tendrá debidamente en cuenta las opiniones del menor, en función de su edad y madurez y si es mayor de 12 (si es niña) o de 14 (si es niño), se requerirá su consentimiento, pero según un estudio realizado por el instituto Max Planck para la Investigación Demográfica de Rostock “la maduración biológica de los hombres cada vez se produce antes. En concreto, lleva reduciéndose algo más de dos años por siglo desde 1700”, por ende un niño si tiene la capacidad de dar su consentimiento a los 12 años al igual que las niñas.