En la actualidad el agua se encuentra en mano de empresas privadas, esto implica que el estado chileno depende del sector privado para suministrar a la poblaciòn de agua y cualquier tipo de construcción de infraestructura o vivienda. Esto implica que cada vez que el Estado chileno quiera construir edificios públicos o viviendas sociales, el sector privado va a tener una opinión en la toma de decisiones. Además, que el agua sea de privados significa que ellos controlan quién tiene acceso prioritario al agua, afectando asì a los sectores agrícolas.