A nivel nacional existe un precario acceso a la educación sexual formal en contextos escolares considerando aquello resulta aun más complejo pensar en la posibilidad de una educación sexual acorde al contexto en que esta se desarrolla. Considerando aquello nos parece fundamental crear políticas públicas que promuevan el aprendizaje dialogado de educación sexual y en este caso para un contexto exclusivo de mujeres considerando además que son justamente ellas quienes desde una perspectiva histórica han tenido menor acceso a información salud y educación y a la vez quienes se encuentran más propensas de verse afectadas por diversas situaciones que impliquen una actividad sexual desinformada. Resulta necesario informar de forma situada sobre estas temáticas y con ello propender a disminuir la brecha informativa por razón de género.