Escuela Manuel Amat Y Juniet -HUALQUI - Región del Biobío


Título iniciativa:

Modificación a Código Sanitario:Prohibición de eliminación de alimentos por Supermercados



Definición alternativa:

Modificación a artículo 104 del código Sanitario, que permita una alternativa sustentable a la destrucción de alimentos evitando que se conviertan en residuos, a través del rescate de alimentos aptos para el consumo humano para distribuirlos entre organizaciones sociales sin fines de lucro que atienden a población en situación de vulnerabilidad contribuyendo también al medio ambiente reduciendo emisiones de GEI generados por la destrucción y el desperdicio de estos alimentos. Las organizaciones sociales, que rescaten y distribuyan alimentos deben tener un modelo de trabajo eficiente y trazable. El objetivo de este mensaje es contribuir a un Chile más sustentable, solidario y promover un consumo responsable.
Según información de la FAO, a nivel mundial, un tercio de las partes comestibles de los alimentos producidos para el consumo humano se pierde o desperdicia, lo que representa unos 1.300 millones de toneladas de alimentos al año, equivalente a un tercio de los alimentos producidos, causando pérdidas de unos 680 mil millones de dólares en los países industrializados y de 310 mil millones en los países en desarrollo. Estas cifras contrastan fuertemente con el déficit alimentario, el cual el año 2015 alcanzó a 795 millones de personas subalimentadas en el mundo. Estas estimaciones no sólo dan cuenta de una ineficiencia en el uso de los recursos, sino también de un problema ético, considerando que esos 795 millones de personas padecen de hambre (FAO, 2017).
Por grupo de alimentos, se pierde o desperdicia el 55% de las frutas y hortalizas; el 40% de las raíces y tubérculos; el 25% de los cereales; el 20% de oleaginosas y legumbres; el 20% de la carne; el 20% de productos lácteos y el 35% por de pescados y mariscos. Además, se señala que la pérdida de alimentos es más frecuente en los países en desarrollo donde se pierde el 40% de los productos, en cambio, el desperdicio es un problema en los países industrializados en donde en la mayoría de los casos es provocado por minoristas y consumidores, quienes arrojan alimentos comestibles a la basura.
En Chile, a diferencia de otros países de la región, no se conoce a cabalidad la cantidad de alimentos que se pierden y/o desperdician en los distintos eslabones de la cadena alimentaria. Esto se debería a la dificultad de cuantificar la merma total, ya que a nivel de campo los productores no llevan registros para contabilizar las pérdidas y a nivel de la comercialización no existe información sobre el desperdicio de alimentos por temas de imagen corporativa, sobre todo en el caso de los supermercados (Eguilor, 2017)
Las pérdidas de alimentos conllevan el desperdicio de recursos utilizados en la producción como tierra, agua, energía e insumos. Así lo indica el estudio realizado por la FAO sobre el tema, Food Wastage Footprint: Impacts on Natural Resources, documento que analiza los impactos globales del desperdicio de alimentos desde una perspectiva medioambiental (FAO, 2013)
Según el estudio Cuánto alimento desperdician los chilenos, realizado el año 2011, por el Centro de Estudios de Opinión Ciudadana de la Universidad de Talca, en la Región Metropolitana la mayoría de las personas (64%) compra lo necesario para un mes mientras que un 26% dice comprar más de lo necesario. Para el 95% de los entrevistados, el botar comida acumulada en el refrigerador es una práctica normal y sólo el 5% señala que es algo que nunca ocurre. Un tercio informa que bota comida por lo menos una vez a la semana y si bien un 60% señala sentirse culpable un 23% considera que esta práctica es parte de lo cotidiano y está acostumbrado a hacerlo y un 17% ni siquiera se ha cuestionado al respecto (CEOC, 2011)
Según cifras recopilados por la Corporación Red de Alimentos de la encuesta CASEN 2011, por lo menos 1 de cada 7 personas pasa hambre o come deficientemente cada día , el país no está en condiciones medioambientales, económicas ni éticas para perder tal cantidad de alimentos. Por estas razones, es fundamental adoptar una política nacional de reducción de desperdicio que convoque a todos los actores sociales.
Ni los consumidores pueden estar desperdiciando 63 kilos de pan por familia al año, ni los restaurantes desechando cantidades excesivas de alimentos, ni los supermercados eliminar o desechar productos aún comestibles pero retirados de la venta.
Chile permite que se evite el desperdicio de alimentos. Existen bancos de comida en Chile, siendo el más importante el banco de alimentos a cargo de la corporación Red de Alimentos. Esta corporación ocupa un rol fundamental en mejorar las condiciones alimentarias de aquellos que padecen inseguridad alimentaria, atendidos por organizaciones solidarias en la R.M a través de la canalización de las donaciones de productores, comercializadores distribuidores de alimentos. Cabe destacar además que decenas de empresas nacionales ya son parte de este proceso siendo socios estratégico de estas iniciativas.(Girardi y Ossandon, 2017)


Propuesta legislativa:

Modificación a artículo 104 del código Sanitario, que prohíba a los supermercados, que superen los 100 metros cuadrados a destrucción de alimentos que estén aptos para el consumo y que hayan perdido su valor comercial por índoles como mal embalaje, envoltorios dañados o con defectos, o por proximidad de vencimiento. Dichos alimentos deben ser entregados a instituciones sin fines de lucro que repartan o reutilicen estos alimentos y que promuevan educación medioambiental.