A lo largo del país el bullying se hace lamentablemente más recurrente, independiente de la clase social de los involucrados, la edad, el sexo, la cultura, la descendencia, entre otros aspectos.
El ciber-bullying también afecta de manera global, por lo tanto, esto también se debería tener en consideración a la hora de hablar de acoso, o agresión tanto física como psicológica. Para que esto se detenga o disminuya se necesita medidas preventivas como las que proponemos en este proyecto.
Hay casos como los de Pamela Pizarro Álvarez, una niña de 13 años, que cursaba octavo básico en un colegio municipal, la cual se quitó la vida el 2006 por todas las agresiones que recibió.
Otro caso es el de una niña de 12 años de vitacura, caso que afortunadamente no tuvo consecuencias fatales, pero fue víctima por dos años (lo cual no es menor). Tuvo cambios en su personalidad como los ocurridos cuando ella cursaba quinto básico cuando comenzó a experimentar vómitos y desgano a la hora de asistir a clases.

Hay casos de ciber-bullying como el de Katy Winter, niña de 16 años la cual quería ser cantante, estudió en el colegio Nido de Águilas, uno de los colegios con más prestigio de todo Chile, donde se comenta que ella acudió a una fiesta siendo ese el día que cambiaría su vida, debido a que le empezaron a hacer ciber-bullying, porque le dio un beso a un niño que estaba "pololeando", las noticias se esparcieron, lo cual llevó a que sus compañeros la molestaran al punto que esto la llevó a cometer contra su vida. Su colegio negó la advertencia de bullying, es decir, no hicieron mediación, ni tomaron medidas en el caso.

Cada institución tiene la obligación de brindar ayuda psicológica tanto a la víctima de bullying como al victimario. Esta ley beneficia a todos los estudiantes ya que les brinda mayor seguridad al momento de estudiar. Se complementará con charlas y talleres. Además de crear una clase para ayudar con el apoyo personal y el autoestima de cada estudiante dentro de sus asignaturas comunes de aula.