Sabemos que la educación es el motor del cambio social y en especial desde que ésta se universalizó en nuestro país con el objeto de reducir las brechas sociales y alcanzar una nación más democrática en materia de posibilidades. Pese a lo anterior al parecer la educación poco ha podido hacer por la inclusión y más bien ha entronizado la desigualdad, no cumpliendo plenamente sus objetivos. Las tasas de deserción estudiantiles en los colegios municipales de las comunas más vulnerables del país aún son elevadas. Todo lo anterior ha redundado en un aumento de la delincuencia juvenil. Sin ir más allá el año 2009, según las estadísticas de Carabineros de Chile, de un 100% de los detenidos por delitos un 9,3% correspondieron a adolescentes menores de 18 años, pero esto no es lo preocupante sino más bien el continuo aumento considerando que entre 1986 y 2002 las detenciones a este grupo aumentaron en un 398%, aun cuando luego de dictada la ley de responsabilidad penal juvenil, dicha cifra presentó un aumento menos pronunciado de jóvenes detenidos, pero sí presentó una mayor repetición de algunos jóvenes en los delitos, a tal punto que la fundación Paz Ciudadana señaló que durante el 2009 un 10% de los jóvenes aprehendidos cometen el 30%  de los delitos atribuidos a esta población, y no solo eso, sino que según un estudio realizado por la PUC, prácticamente todos los infractores de la ley han hecho uso, a lo menos una vez, de marihuana y la mitad de Pasta base, es más, de los estudiados un 42% había hecho uso de la marihuana hace no más de 30 días y un 17% de cocaína, muy por sobre el 7% y 2% respectivo de consumo de la población. Considerando lo anterior según Paz Ciudadana los casos más difíciles de rehabilitar son los de aquellos adolescentes que comenzaron a delinquir antes de los 14 años y que luego entraron en contacto con las drogas.

Tal como como asevera Javiera Blanco el 50% de los ingresos del país al SENAME provienen de las 35 comunas más pobres o con mayores niveles de vulnerabilidad. Es por ello que nuestra moción ordena la creación de una institución dependiente del Ministerio de Educación, la cual trabajará a la par con el Servicio Nacional de Menores (SENAME), pero enfocado en la prevención de la delincuencia y no en la rehabilitación de esta, (proyecto que en nada afecta al actual en curso sobre la creación del Servicio Nacional de la Infancia y  la Adolescencia, pues en tal caso nuestra institución trabajaría en conjunto con esta). La puesta en marcha del “Servicio de Protección y Formación del Adolescente” (SERPROFORA en adelante) considera un trabajo centrado en su primera etapa en las comunas más vulnerables y de donde proviene la mayor cantidad de los delincuentes y jóvenes adictos a las drogas. El SERPROFORA trabajará con niños desde los 10 a los 13 años a los cuales se les brindará actividades sociales formativas tales como: Club de scout, actividades deportivas, recreativas, etc. Por otra parte los adolescentes de 14 años o más serán insertados en el programa de preparación y capacitación en un oficio por el cual el joven al cabo de dos años recibirá una licencia dada por el Ministerio de Educación, que le permitirá trabajar en el oficio aprendido. Cabe destacar que uno de los requisitos para el ingreso al programa es estar matriculado en algún establecimiento educacional municipal de la comuna, pues los funcionarios del SERPROFORA al trabajar en la comuna aportarán con charlas y talleres en estos colegios motivando la participación de los adolescentes y fiscalizando que los miembros del programa estén asistiendo a sus respectivos establecimientos.

De esta manera atacaríamos la raíz del problema de la delincuencia, enfocándonos en la prevención lo que a la larga significa un ahorro para el Estado tanto en el mantenimiento de la población penal como en el sustento del SENAME, el cual en ningún caso buscamos eliminar, sino apoyar.