Colegio La Providencia Concepción. Torneo Delibera BCN, Concepción, junio 2012.

 

I.- Fundamentos de la propuesta.

El sistema educativo  tiende a limitar la convivencia escolar a momentos relacionados con actividades extraescolares, de esparcimiento, de celebración o de reflexión asociada a alguna asignatura. Todavía no se comprende que la convivencia no se  limita a pequeños momentos de socialización o a situaciones de escolaridad, los colegios y toda organización social, están inmersos en la convivencia. No podemos dejar de relacionarnos, ya que es la esencia misma de toda  institución, donde las personas se organizan e interactúan en forma permanente.

La convivencia se presenta como un recurso educativo sobre el cual podemos generar aprendizajes. Esta visión corresponde a lo  planteado por  el MINEDUC que nos dice que: “la interrelación entre los diferentes miembros de un establecimiento educacional (...)...No se limita a la relación entre las personas, sino que incluye las formas de interacción entre los diferentes estamentos que conforman una comunidad educativa, por lo que constituye una construcción colectiva y es responsabilidad de todos los miembros y actores educativos sin excepción” ([MINEDUC], 2002b, pp.7. Esto nos habla que el desarrollo de una buena comunicación, no solo genera aprendizajes relacionados a los contenidos académicos, también desarrolla conocimientos de conducta social,  afectiva y ética en  los individuos.

II.- Propuesta de Ley

Si bien se reconocen los beneficios de una sana convivencia, la educación formal no presenta un área o disciplina específica que trabaje el perfeccionamiento sistemático habilidades sociales que nos permitan crecer y  vivir de forma sana con las personas que nos rodean. Esta falta de instrucción a incidido en la masificación de fenómenos tan complejos como el bullying, ya que las personas aprendemos “conocimientos socialmente compartidos y transmitidos sobre lo que es y lo que debería ser, que se transmiten de manera involuntaria e implícita, y se simbolizan a través de actos y productos…” (Gather, 2004, pp., 89). Si la forma de interacción en los colegios es conflictiva se asume que esa es la forma correcta de hacerlo, y si los alumnos residen la mayor parte del día en los colegios, entonces son estos los encargados de enseñarles a las personas a ser seres correctamente sociales, orientados a crecer como actores cívicos y responsables de su entorno. Es por esto que esta moción manda el desarrollo de talleres obligatorios de 45 minutos o una hora pedagógica  semanal,  implementados desde primer a octavo año de enseñanza básica, tanto en sistema público, subvencionado y privado, destinados a realizar un trabajo sistemático y metodológico, basado en planes y programas propios del área, desarrollados y financiados por el MINEDUC, a cargo de profesionales de la educación capacitados y perfeccionados para llevar a cabo dicha tarea.

Esta propuesta intenta complementar la actual legislación que penaliza la violencia escolar, que según datos entregados por el MINEDUC, ha ido en aumento los últimos años, registrándose en el año 2010, 3.271 denuncias de maltrato escolar, 74% más que en el año 2009. De esta forma se podría trabajar en la prevención y no solo en el castigo de conductas antisociales. Enseñando a las personas a aceptarse como seres individuales, insertos en una comunidad, desarrollando competencias comunicativas y relacionales orientadas a evitar conductas nocivas y violentas que dañan la integridad y el saludable desarrollo de los ciudadanos,  llegando a crear un país menos violento y más igualitario.