Escuela Técnico Profesional -COPIAPO - Región de Atacama


Título iniciativa:

CRISIS HÍDRICA EN ATACAMA



Propuesta legislativa:

La grave sequía que sufre Copiapó, se manifiesta claramente en su río, que sólo existe en la memoria de muchos de nuestros vecinos. La gran minería y las empresas agrícolas, progresivamente, han ido agotando el cauce y para la obtención del agua necesaria, tanto para el abastecimiento de ellas como para el de la población, se han cavado las napas subterráneas que ya superan el nivel de profundidad permitido. Esto  ha desencadenado otra situación, de igual o mayor importancia: la mala calidad del agua que, erróneamente, hacen llamar “potable”.


Nuestro proyecto de ley, por tanto, se enfoca en la calidad del agua que llega a los hogares de los chilenos y chilenas, que tal como en Copiapó y otras ciudades de la Región de Atacama, pueden estar sufriendo la misma situación.


 


DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA


·         La relación que existe entre la profundidad de extracción del agua y su calidad es la siguiente:


Mientras mayor es la profundidad de las napas, más sedimentos y minerales encontramos en el agua. Esto se traduce en una alta dureza del agua *, es decir, una gran concentración de iones calcio y/o iones magnesio, responsables de la formación del “sarro” que daña nuestras llaves y electrodomésticos, que continuamente debemos estar limpiando, para no beber aquellas sustancias que tan dañinas son para la salud humana.


Las p.p.m. (unidad de medida de concentración) permitidas para las sustancias nombradas anteriormente en el agua potable corresponden al valor de 250 ppm en la norma internacional y a 500 ppm en la Norma Chilena, mientras que en Copiapó, según un estudio realizado por la Universidad de Atacama, las ppm ascienden al valor de 1600, sobrepasando enormemente el valor permitido tanto por la Norma Chilena como por la Internacional.


El arsénico es otro de los muchos componentes con los que se trata el agua para lograr un buen servicio, pero el arsénico, suministrado en grandes cantidades, como ocurre ahora en Atacama, puede ser tóxico y llegar a provocar problemas cancerígenos.


El efecto de tales componentes en la salud humana, lo podemos notar en el incremento de las enfermedades renales, como los cálculos, en la población. Por otra parte, esto también afecta la economía de nuestras familias, quienes viendo la pésima calidad del recurso y sus efectos en la salud, prefieren comprar agua purificada en bidones a empresas privadas que tanta proliferación han tenido en la zona durante los últimos años debido a esta situación.


*Se denomina dureza del agua a la concentración de compuestos minerales que hay en una determinada cantidad de agua, en particular sales de magnesio y calcio. Son éstas las causantes de la dureza del agua y el grado de dureza es directamente proporcional a la concentración de sales de esos metales alcalinotérreos.


La mala calidad de este recurso vital la podemos notar diariamente en nuestra vida, no se respalda tan sólo en análisis químicos; a la hora de tomar un vaso de agua, vemos como la llave del lavaplatos se encuentra llena de “sarro”, que como ya dijimos tiene su origen en la alta dureza que presenta el agua, vemos también como posee una coloración blancuzca, incluso café a veces, que luego se atenúa, su sabor un tanto extraño y desagradable, y su olor a cloro penetrante.


Invitamos a los parlamentarios a realizar una rápida visita a Copiapó sólo para tomar un vaso del agua que la población de Copiapó toma diariamente.


 


Moción para solución:


Apelamos a la moral de ustedes, los representantes de nuestra gente, para que esta situación no siga ocurriendo. El agua es un recurso vital, y no podemos permitir que se convierta en algo que se contraponga a su naturaleza, no podemos permitir que se convierta prácticamente en un veneno para nuestra salud, sólo por permitir la explotación de nuestros recursos. Cabe preguntarse entonces ¿qué vale más, el desarrollo económico de nuestra zona o la salud de la población? ¿es que acaso no podemos conciliar posiciones para que nuestro desarrollo sea sustentable?


Justamente a esto nos avocamos:


Proponemos una legislación que obligue a toda gran empresa, tanto minera como agrícola, a su autoabastecimiento en cuanto al recurso hídrico, ya sea que compre agua en otra cuenca o que instale su propia desalinizadora. Un ejemplo de esto es lo que ocurre actualmente con la minera Candelaria que se abastecerá de la planta desalinizadora próximamente. El problema es que mientras las mineras instalan sus desalinizadoras y obtienen agua pura, la población sigue recibiendo el agua de las napas, inapropiada para el consumo, como ya lo expusimos anteriormente ¿Qué se puede hacer entonces con esa agua? Existe un procedimiento químico llamado “Osmosis Inversa”, con el cual se logra el máximo grado de pureza de este recurso. Actualmente “Aguas Chañar”, la empresa encargada del suministro de este recurso en la región de Atacama, está construyendo una planta para la realización de este procedimiento químico. Pero si las empresas mineras y agrícolas, dentro de su afán de lucro, fueron las que generaron el problema ¿por qué debe Aguas Chañar, o cualquier otra empresa encargada del agua potable, hacerse cargo del problema pudiendo incluso traspasarle parte de los costos a la población?


Por eso proponemos, que además de la legislación primeramente nombrada, se agregue otra que asegure que las empresas mineras y agrícolas financien la instauración de una planta de tratamiento para la obtención de agua potable, ya sea desalinizadora, de osmosis inversa, o de otro proceso químico, en las zonas de escasez.