En
chile, la Constitución indica que se debe dar protección a todos los ciudadanos
chilenos, para ello existe leyes de protección a los menores, mujeres, entre
otros. Sin embargo existe un segmento de la sociedad que ha sido marginado de
todo tipo de legislación en lo que respecta a protección, nos referimos a los
adultos mayores.
Los adultos mayores constituyen un grupo importante de la población en nuestro país, Actualmente, 2.005.684 personas
en Chile tienen más de 60 años, de ellos, el 56%son mujeres (1.122.547) y el
44%hombres (883.137), Se espera que para
el 2015, los mayores de 75 años sean el 4% de la población, medio punto
porcentual más que el 2007. De este gran segmento de la sociedad nos
encontramos con la triste realidad de que según estudios realizados un 24,1% de los mayores de 60 años tiene dificultades para valerse por sí mismo y
requieren la ayuda de terceros para realizar diversas tareas diarias. Una
realidad que afecta al 65% de los mayores de 80 años.
El
mayor porcentaje de estos chilenos llegan de manos de su familias a
instituciones a cargo de su cuidado, causando en ellos una condición de tristeza
y abandono, ya que por lo que pudimos investigar, jamás vuelven a visitarlos y
terminan sus días solos, en la compañía de una par de auxiliares y alejados
totalmente de su entorno y muchos de ellos siendo vulnerados en estas mismas,
por no poder denunciar estas situaciones.
Si
tomamos en cuenta que esta problemática nos afecta a todos ya que todos tenemos
la expectativa de llegar a esta edad de la mejor forma posible y vivir nuestros
últimos años descansando en un entorno grato para nosotros, estamos convencidos
que la primera opción y de manera ineludible debe ser el hogar familiar quien
proporcione estadía a nuestros adultos mayores.
Por
lo antes mencionado es que nuestra iniciativa, se presenta como un MENSAJE debido a las condiciones en las
que se hace operativa.
En
primer lugar proponemos que se obligue a las familias a hacerse cargo de los
adultos mayores que sean parte de su núcleo
familiar directo, en sus propios hogares. Creemos necesario que se
regule esto a través del
SENAMA, que las familias que dejen abandonados a sus adultos mayores no
sientan que tiene impunidad al momento de ir
y dejar a sus padres o abuelos por ejemplo, en un hogar o casa de
acogida y no volver nunca más a visitarlos, si no que por el contrario deben
ser sancionados para disminuir y corregir
estas prácticas.
Entendiendo
que convivir con adulto mayor puede significar
un grado de preocupación extra, sería el mismo SENAMA quien entregaría
capacitaciones a las familias tanto en primeros auxilios, de manera que sean
capaces de ayudarlos en caso de que sufran alguna enfermedad relacionada con su
condición etaria. Además y no menos
importante sería que los consultorios a cargo del SERMUS entreguen asistencia
psicológica a las familias para manejar de forma efectiva enfermedades de
orden de daño psicológico (Alzheimer,
Demencia senil, etc.) producto de la edad avanzada. Estas capacitaciones serían
entregadas para todas las familias sin
distinción de grupo socio-económico.
Por
último es relevante indicar que tener a cargo uno o más adultos mayores
constituye una gran responsabilidad, proponemos
la existencia de una ASIGNACIÓN FAMILIAR por cada adulto mayor, de manera de facilitar la compra de alimentos
especiales e implementos para su Salud, Seguridad y mejor estado de vida. Esta
asignación estaría claramente determinada por la condición económica de nuestro
país. La bonificación a la cual hacemos referencia sería determinada por la
condición económica de los hogares evaluados
por medio de la ficha de protección social, para que sean beneficiados
los que verdaderamente los requieran.
“Llegar a la tercera edad en chile es una condena “