Cuando
se habla de estudiar una carrera técnica, son pocos los que las prefieren ante
la competencia profesional, pues para nadie es sorpresa lo poco valoradas que
son social y laboralmente, en comparación con carreras profesionales. Si bien
el factor económico es determinante, el factor social también incide en la
decisión de los estudiantes.

Según
estadísticas, apenas 388.921 jóvenes cursan estudios en establecimientos de
educación técnica profesional, representando un 37,64% de la matrícula del país[i]. La
moción persigue un ambicioso objetivo: incentivar y mejorar la educación
técnica con la asignación de una “Acreditación de Excelencia Técnica” a
aquellos establecimientos que cumplan con ciertos requisitos educativos y tengan
el perfil necesario para ser parte de esta selección de liceos, los que se
beneficiarán con implementación de recursos, instrumentos y metodologías. Se
trata de una moción que permite acceder a una mejor calidad educacional técnica,
lo cual se traduce en mejores posibilidades laborales, económicas y sociales
para el egresado. Es una iniciativa que reconoce y distingue a liceos sobresalientes,
pues de ellos egresarán los mejores técnicos para, posteriormente,  insertarse en un prometedor mundo laboral.

Lo
anterior será posible si se invierten todos los esfuerzos necesarios para
alcanzar este fin, lo cual implicaría la implementación de recursos para la
mejora de la estructura interna y externa del establecimiento. Respecto a los
recursos de implementación, serán exigidos al Centro de Recursos del Ministerio
de Educación, pues habiendo capital, actualmente existe un déficit de proyectos
-en cuanto a calidad se refiere- que ameriten y justifiquen su financiamiento.

Cuando
la moción menciona una mejora en la estructura interna, se refiere a la
capacitación docente, a la adquisición de más proyectos educacionales
-cuantitativa y cualitativamente- , y a la aplicación de talleres de motivación
que incentiven a los educandos en la elección de su especialización, por
ejemplo. De acuerdo al estudio del CIDE de la Universidad Alberto Hurtado, un
porcentaje importante de los actuales estudiantes de liceos técnicos ingresa a
estudiar la carrera técnica en función de su actividad laboral actual, aunque
esta sea fortuita[ii].

Cuando
menciona una mejora en la estructura externa, se refiere a la renovación y
adquisición de infraestructura y materiales requeridos por los liceos técnicos
en sus diversas áreas de educación, lo cual beneficiará directamente la
formación de los estudiantes facultándolos para dar grandes pasos, el día de
mañana, en su campo ocupacional. Esta es una arista pendiente que incluso el
presidente ha asumido públicamente[iii].

Que
los Liceos Técnicos Acreditados logren transformar a sus alumnos en los “técnicos
de élite” es la meta por alcanzar, la cual lograría evitar la sobresaturación de
carreras universitarias y de profesionales en el mercado laboral, como ya
ocurre en diversos países de la OCDE. Para el egresado de un liceo con
“Acreditación de Excelencia Técnica” los beneficios serán múltiples: en el
ámbito económico, su sueldo estará por sobre la media, conforme a la formación
recibida, lo cual lo posicionará en los primeros lugares respecto a sus pares
egresados de Liceos sin Certificación. Lo anterior conllevará a un aumento del  ingreso per cápita, lo cual repercutirá
positivamente en el proyecto de erradicación de la pobreza propuesto por el
actual gobierno.

En
lo social-cultural se empezará con la eliminación paulatinamente del estigma
que hoy cargan los egresados de liceos técnicos. El requerimiento del Técnico
de Excelencia Certificada aumentará y será valorado en su área tal como lo es
hoy un profesional. La autoestima de estos técnicos de excelencia se verá
beneficiada y su inserción, exitosa. La moción pretende convertirse en una
herramienta de cambio y no en una utopía más.